Carta al Dr. Joseph Wilhelm von Schaden, Augsburg |
Bonn, 15 de Septiembre, de 1787 Muy bien nacido y especialmente querido amigo! Puedo fácilmente imaginar lo que usted debe pensar de mí. No puedo negar que tiene fundadas razones para no pensar bien de mí. De cualquier modo, antes de disculparme, voy a mencionar primero las razones que me conducen a pensar que mis disculpas pudieran ser aceptadas. Debo confesar que tan pronto como dejé Augsburg, mi ánimo y mi salud comenzaron a declinar. Cuanto mas me acercaba a mi pueblo nativo, mas frecuentemente recibía cartas de mi padre, urgiéndome a viajar mas rápido de lo usual, ya que mi madre no estaba muy bien de salud. Me apuré tanto como pude, aun más ya que yo mismo comencé a sentirme enfermo. Mis dolorosos deseos de ver a mi madre enferma una vez más, conquistaron todos los obstáculos que dependían de mí y me permitieron sobreponerme a las más grandes dificultades. Encontré a mi madre aún viva, pero en la más terrible condición. Ella se encontraba enferma de tuberculosis, y al final murió hace como siete semanas, después de soportar gran dolor y agonía. Ella fue una madre tan buena, tan gentil hacia mí, y en realidad mí. mejor amiga. Oh, quién fue mas feliz que yo, cuando todavía podía articular el dulce nombre de madre, y éste era escuchado y respondido, y a quién puedo decírselo yo ahora? A la vaga imagen de ella, que mi imaginación me propone? Desde mi regreso a Bonn, he podido tener muy pocas horas felices. Todo el tiempo he sido perseguido por el asma; y me incline a temer que esta enfermedad podría inclusive volverse tuberculosis. Además he estado sufriendo de melancolía que en mi caso es una tortura tan grande como la enfermedad. Bien, solo póngase usted en mi lugar, y si así lo hace, espero su perdón por mi largo silencio. Fue extraordinariamente amable y amistoso de su parte prestarme tres carolins, cuando yo estaba en Ausburg. Pero debo rogarle me espere un poco mas, ya que mi viaje me costo mucho dinero, y no puedo esperar ninguna compensación aquí ni siquiera la mas pequeña. La fortuna no me favorece aquí en Bonn. Debe perdonarme por tomarle tanto tiempo con mi charla, pero ha sido necesaria por el desarrollo de mi disculpa. Con el mayor respeto,
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Traducido al castellano por Cristina BARBIERI |
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